La harina de centeno tiene un índice glucémico bajo.
Reduce los niveles de colesterol
Se ha demostrado que el β-glucano de la harina de centeno reduce los niveles elevados de LDL en la sangre.
Mejora el funcionamiento del sistema digestivo
El centeno tiene menos almidón que el trigo y contiene más azúcares libres, principalmente fructooligosacáridos. Junto con las fibras alimentarias, estimula la flora intestinal, especialmente las bifidobacterias, es decir, tiene un efecto probiótico. Los probióticos tienen un efecto beneficioso en el equilibrio intestinal, lo que mejora el funcionamiento del sistema digestivo.
El centeno es rico en minerales y vitaminas.
La harina de centeno contiene un 30% más de hierro, el doble de potasio y el triple de sodio que el pan normal. El pan de centeno es uno de los alimentos más recomendados para las personas con anemia. Y, sobre todo, es un tesoro de vitaminas. La parte exterior del endospermo del centeno es tan rica en minerales y vitaminas, especialmente del grupo B, como el trigo.
El centeno tiene propiedades antioxidantes
Las semillas de centeno contienen polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes.
Reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cálculos biliares.